jueves, febrero 28, 2008

CARTA A LULA DA SILVA DE LA PERIODISTA CUBANA ILIANA CURRA

Carta de Iliana Curra Luzón enviada al Consulado de Brasil en Miami por las declaraciones que hizo el presidente Lula Da Silva






Miami, 27 de febrero de 2008


Al: Consulado de Brasil en Miami

Les escribo para elevar mi protesta por las declaraciones o comentarios hechos por el presidente de su país, Luis Ignacio “Lula” Da Silva, con referencia a la ayuda que pretende dar a la tiranía de casi 50 años de los hermanos Castro en mi país, Cuba.

Su presidente ha dicho: “todos en América del Sur tenemos que contribuir para que Cuba no vuelva a ser un casino, que sea un país más próspero. Obviamente que Brasil va a participar de alguna cosa. Yo le he pedido a los empresarios brasileños que inviertan en Cuba”.
Respecto al futuro de la isla, el presidente brasileño dijo estar convencido de que “Cuba no volverá a ser lo que era en los tiempos de Fulgencio Batista”.

“Todo el MERCOSUR debe hacer un esfuerzo muy grande para ayudar a Cuba en esta nueva fase de su vida”.

Si este presidente, electo democráticamente por el pueblo brasileño, pretende ignorar la realidad de un país sumido en una dictadura militar desde hace casi medio siglo, es realmente patético y bochornoso. A estas alturas debiera conocer que en Cuba hay decenas y decenas de miles de cubanos que fueron asesinados ante el paredón de fusilamiento, muchos de ellos gritando: “Viva Cristo Rey”.

Que hay una interminable lista de hombres y mujeres que han padecido la brutalidad comunista en las casi 300 cárceles existentes en esa pequeña isla.

Que millones han tenido que huir de ese sistema totalitario que conculca todos los derechos y libertades, y hoy viven como parias regados por todo el mundo sin el derecho a regresar a su país de nacimiento.

Que los cubanos que viven en la isla no tienen derecho alguno a pararse en la puerta de un hotel, sobre todo de aquellos que los inversores extranjeros fabrican para saciar sus ambiciones, explotando al pueblo cubano cuando lo utilizan como mano de obra barata al estilo de la esclavitud que se suponía había sido eliminada.

Que los niños cubanos tienen que usar una asquerosa pañoleta de pionero comunista y gritar consignas rancias y absurdas, como es: “Seremos como el Ché”, un extranjero terrorista que fue el responsable de cientos de fusilamientos, dado él mismo el tiro de gracia a las víctimas.

Que el pueblo cubano está sumido en la total desesperanza y solo se aferra a la posibilidad de huir para buscar la libertad que no tiene en la isla.

Que vive hambreado y sin la posibilidad de buscar el sustento diario porque apenas cuenta con un salario digno.

Que mientras los brasileros, españoles, canadienses, y todos los extranjeros pueden invertir en Cuba, los cubanos son relegados porque carecen del derecho para invertir en su propio país, gracias a la discriminación de un sistema comunista que no permite la libre empresa a sus nativos.

Que la libertad de expresión, de pensamiento y de asociación es inexistente en Cuba, y que aquel que se atreva a opinar libremente, puede cumplir más de 20 años de prisión, como ha estado sucediendo por todos estos 49 años.

Ya sabemos que este presidente de Brasil ha sido un aliado permanente de la dictadura cubana, pero mencionar a un gobernante que estuvo en el poder antes de 1959, y no mencionar la nefasta tiranía posterior impuesta por Fidel Castro, es un acto total de ignorancia o de cobardía. Cuba no era reconocida como “un casino”, sino como un país próspero que se perdió gracias al analfabetismo político de un pueblo que se dejó arrastrar por el populismo barato de un demagogo comunista.

El presidente de Brasil debiera tener un poco más de información sobre la realidad de Cuba y no convertirse en un ventrílocuo de la dictadura cubana pues, aunque sabemos que fue apoyado por ésta para su elección en Brasil, debiera tener, al menos, un mínimo de inteligencia para comprender que está hablando demasiadas estupideces.


Iliana Curra
Cubana exiliada y
Ex presa política.