lunes, septiembre 29, 2008

CON TODA IMPUNIDAD

Con toda impunidad


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La expulsión del director para América de HRW grafica una vez más la intolerancia del régimen chavista.
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Por Miguel Cabrera Peña, Santiago de Chile | 29/09/2008


Cada vez son más numerosas y más graves las pruebas de que el régimen de Hugo Chávez está violando los derechos humanos. Lo hizo contra la oposición, a través de decretos que no tuvo que consultar al Congreso, y lo hace contra la prensa, como en el emblemático cierre de RCTV en mayo de 2007.

Uno de los abusos más recientes que perpetró el régimen de Chávez tuvo como víctima al director para América de la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW), el abogado chileno José Miguel Vivanco, a quien expulsó de Venezuela junto con otro funcionario de la misma organización.

( José Miguel Vivanco, director para América de Human Rights Watch, en Caracas, el 18 de septiembre junto al otro expulsado. (AP) )

Dada la orden por el propio mandatario, la expulsión tuvo como fin acallar a HRW, que confeccionó un documento de 267 páginas titulado "Una década de Chávez: Intolerancia política y oportunidades perdidas para el progreso de los derechos humanos en Venezuela".

Aquí se analiza "cómo han ido retrocediendo las libertades públicas", en espacios cómo los tribunales, los medios de comunicación, los sindicatos y la sociedad civil, señaló Vivanco a la prensa radial chilena.

Si, efectivamente, el documento refleja un deterioro que se produce muchas veces contra la propia Constitución de 1999, el académico venezolano Carlos Correa, de la Universidad Católica Andrés Bello, recuerda que buena parte de las investigaciones llevadas a cabo por entidades nacionales coinciden con el diagnóstico de HRW.

Según Correa, la expulsión constituye una "situación lamentable, muy triste", pero además "preocupante en términos del trabajo que pueden realizar los defensores de derechos humanos que viven en Venezuela".

La expulsión generó múltiples críticas en América Latina, y el gobierno chileno entregó una carta de protesta a la embajadora venezolana en Santiago de Chile. El documento contiene una "demanda muy fuerte", según el canciller Alejandro Foxley.

La imagen propicia

El Palacio de Miraflores tuvo a bien ordenar la filmación y transmisión del caso, pero asegura Vivanco que las escenas fueron "editadas" y "seleccionadas".

Lo visto en televisión "no presenta cuando se meten en el cuarto mío" del hotel, afirma el abogado chileno. Y añade: "Cuando me avisan que estoy expulsado, me dicen: 'no se preocupe, ya empacamos sus maletas, entramos a su cuarto y sacamos todo'".

Cuenta Vivanco que al entrar al cuarto con el pretexto de buscar sus tarjetas de crédito, "intenté llamar a nuestro embajador en Caracas", dijo. De inmediato, "se me abalanzaron encima par de matones; me rompieron un celular y el otro lo desactivaron sacándole las pilas". "Obviamente, traté de defenderme y empujarlos, pero no había fórmula".

Me amarraron los brazos detrás de la espalda e inmediatamente me inmovilizaron, dijo a la prensa chilena el directivo de HRW, quien recalca que "todo esto evidentemente el vídeo no lo cuenta". La salida del país, subraya, "fue prácticamente en vilo".

Entre mentira y mentira

Las palabras de Vivanco sirven para graficar la sustancia de un régimen que se vuelve cada vez más intolerante. Sin duda, tiene razón el abogado cuando recuerda la impunidad de Chávez para actuar y mentir.

En opinión de Vivanco, es una total falsedad que él entrara a Venezuela con visa de turista, como dijo a la prensa el ministro de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro. En primer lugar, "ningún chileno necesita visa para entrar en Venezuela", precisó.

Tampoco es cierto que HRW trabaje para el presidente George W. Bush, como proclama el documento oficial de la cancillería venezolana. "Nuestra organización se jacta de no recibir un centavo desde hace 30 años de ningún gobierno".

El prestigio de HRW se ha asentado a partir de su trayectoria por casi todo el mundo y por su limpieza. "Nuestras actas de financiación están en internet", respondió el defensor de los derechos humanos.

Observadores coinciden en que una manera de acabar con la impunidad de Chávez es que entidades internacionales se preocupen por poner atención a las clamorosas evidencias de violación de derechos humanos perpetradas por su régimen.

De acuerdo con Vivanco, "la OEA está evitando el tema de Venezuela hasta donde puede, porque le tiene miedo a Venezuela, a su poder económico y regional", sostuvo.

Quizá no estaría de más recordar las palabras del director ejecutivo de HRW al referirse al caso: "Chávez expulsó al mensajero, pero simplemente ha reforzado el mensaje: las libertades civiles en Venezuela están en peligro".

* Descargar el informe de Human Rights Watch sobre Venezuela (pdf)